19 de noviembre de 2010

Sorpresa Sorpresa!!

Menudo sorpresón ayer por la noche!

Como últimamente me paso las horas leyendo sobre lo mismo, sola encerrada en casa, y sin hablar con nadie, mas que con mi cerebro al que le resumo, cuento y explico todo aquello que previamente he leído, necesitaba una válvula de escape (además de este listado de deseos que me viene de perlas para desconectar), por lo que decidí bajar un segundo a la calle y comprar alguna que otra revista para unos momentos de distracción.

Entre las adquisiciones, el nuevo Elle con la portada de cristalitos de Swaroski, el Vanity Fair y alguna que otra revista de decoración y diseño...

Antes de meterme a la cama, y ya de madrugada (¡Cómo pasan las horas bajo el flexo!), comencé a desgranar el Vanity Fair, y sin llegar a pasar una docena de páginas... SORPRESÓN!

Entre los colaboradores de este mes, Simon Watson fotógrafo irlandés, que este mes retrataba a... La Familia Uslé (Juan Uslé, Victoria Civera y Vicky Uslé) en su casa taller del pueblo perdido en el interior de Cantabria. Toma Toma!


Así que no tardé ni cinco segundos en buscar corriendo la página 182 para leer y disfrutar de ¡Peligro! Artistas sueltos, el reportaje en donde nos cuentan algo más sobre su historia y su arte.

No hace mucho, vamos unos días, hablaba sobre mi deseo de tener en algún momento un Uslé en casa (clic clic)... no tengo ni idea de arte, pero que cosas, lo que me gusta le dedican un reportaje en Vanity Fair :-)

Pero para finalizar con un deseo, esta mañana mientras organizaba de nuevo la mesa y pensaba en el plan de estudio para hoy, he pasado la mirada por los cuadernos, libros y agendas que tengo en las estanterías de este miniestudio, y deseaba ponerme de nuevo con el Chino.


Vivimos en Asia una temporada, lo suficiente como para tomar contacto con el chino y defenderme como podía para sobrevivir. Al volver a España no tuve la oportunidad de seguir practicando, y aquella inmersión lingüística se fue perdiendo, hasta que me apunte a un curso en una Cámara de Comercio... pero los cursos cuando acaban, dejan atrás esa inmersión tan necesaria en un idioma tan complejo.

En China me compré estos cuadernitos tan monos, como los cuadernos rubio de caligrafía, que son perfectos para comenzar con los primeros caracteres chinos :-)



Así que mi deseo es volver a poder defenderme en mandarín y seguir mejorando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario