Hacía tiempo que no tenía maratones debajo del flexo.
Últimamente me paso las horas en la misma posición, acompañada por hojas en blanco que se van rellenando de apuntes y esa lucecita que desprende mi articulada lámpara.
Cuando monté mi estudio decidí comprar la Global de Ikea, y la verdad que estoy de lo más contenta. Parece de día cuando la enciendo, y lo que más me gusta es que la puedo agarrar al filo de la mesa y amoldar su altura y la dirección de la luz dependiendo de en lo que ande metida.
Hoy hemos tenido una pequeña batalla, que ha terminado ganando la lamparita... tiene una tuerca de mariposa un poco suelta, y yo no tengo la suficiente fuerza para apretarla bien... pero maja, tienes los días contados, el Mister vuelve a casa y te va a apretar los tornillos como nunca nadie lo había hecho.
Quitando ese desliz que está teniendo con el no parar quieta en una posición, me gusta muchísimo, sin embargo llevo una temporada larga pensando en incorporar una nueva compañía iluminativa a casa... una un poco mas chic y con una posición reconocida en el mundo. La lámpara TOLOMEO.
Me gusta su versión de sobremesa, pero en donde me gustaría tenerla, y nos vendría genial, es en el cabecero de la cama... y aprovechando que tienen esta versión para pared... más fácil imposible verdad?
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